domingo, 7 de marzo de 2010

¡Aquí y Ahora!


Estos días que me tocó vivir la muerte de un ser querido, y es en estos momentos en que uno suele apreciar las cosas realmente importantes de la vida.

A pesar de ser lo único que tenemos seguros al nacer, poco nos preparamos para aceptar la muerte. La energía no se pierde, se transforma. Lo que se va es el cuerpo y lo que queda es realmente lo que fuiste, ese es el verdadero legado.

El tema de la muerte es verdaderamente movilizador, hace que nos planteemos y replanteemos muchas cosas, al darnos cuenta de que estamos de paso y que debemos elegir soltar algunas cosas y guardar las imprescindibles para seguir nuestro camino. Para hacer nuestro camino.

En mi reflexión sobre la vida, y la muerte como algo indivisible de ella, recuerdo dos cosas de mucho valor.

La primera un discurso extraordinario de Steve Jobs, creador de Apple, el cual pueden ver en el siguiente link. Al verlo entenderán.

Y la segunda un ejercicio que aprendí en un Taller, y consta de escribir tu propio obituario. Pensando en el día que mueras (el cual llegará inevitablemente) Q te gustaría que dijera tu obituario? Este ejercicio es realmente poderoso en su construcción y en su cierre. Y tiene dos moralejas fundamentales:

En su elaboración, reflexionar sobre ¿Cómo quieres que te recuerden? y; una vez descrito ese cómo, ¿Qué estás haciendo hoy para que te recuerden como tu quieres cuando ya no estés?

La respuesta para cada uno será tan particular como nosotros mismos. El momento adecuado para que vivamos como queremos es, sin excusas y sin prórrogas, Aquí y Ahora!

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