lunes, 8 de octubre de 2012

Ojo por ojo

Mi post es un intento de describir lo ocurrido en Venezuela a propósito de los comicios presidenciales. Si buscan levantar el ánimo milagrosamente, este no es el lugar. Como escribía Laureano Márquez hoy temprano en su twitter, “Como quisiera tener, amigos, en esta hora la palabra perfecta. No la tengo…”

Uno de los temas en los que hay que profundizar es que, más allá de ideales políticos que tienen diferencias notables en algunos casos, hay una mayoría de venezolanos que en el fondo no son tan distintos. Mientras sigamos promoviendo la “viveza criolla”, mientras las reglas se acaten según lo que nos convenga, mientras mueva “mis influencias”, mientras sigamos pagando a policías, fiscales o funcionarios para evitar una multa o agilizar procesos, esta será la Venezuela que tendremos. No habrá una realidad distinta si seguimos obrando igual.
Otro punto clave es la poca relevancia que tiene el respeto en nuestro día a día. Donde la noción de respeto es unidireccional, algo así como “yo soy el que merece respeto, tu no”. Lamento profundamente, apenas se dieron los resultados oficiales, un gran número de actualizaciones en redes sociales donde los insultos y descalificaciones era lo que predominaba, tanto en los que apoyaron a Henrique Capriles como en los que dieron su voto a Hugo Chávez. Esos insultos siguen, y pareciera que no van a parar.
Esto me lleva a dos conceptos que, de manera sencilla y si mayor pretensión teórica, he denominado como: Voluntad Política y Voluntad Ciudadana.
La primera corresponde a quienes detentan y ejercen el poder; en este caso el Gobierno representado en sus máximas figuras como el Presidente y su gabinete. Si los líderes de este ideal político que llaman Revolución descalifican, menosprecian e insultan constante y sistemáticamente a todo el que piense distinto, sin querer (o queriendo) promueven que esto suceda en toda la sociedad.
La segunda tiene más que ver con el individuo, con que cada uno de nosotros haga consciente esta situación y tomemos acciones que rompan este círculo vicioso. Ambas son interdependientes, pueden activarse o desactivarse de manera independiente; sin embargo tienen muchos elementos que hacen que influya de manera importante una sobre la otra y viceversa.
En todo caso soy de los que piensa que el Liderazgo es clave en el modelaje del comportamiento y actitud de un grupo; más si ese liderazgo tiene el poder (y deber) de vigilar el cumplimiento de las reglas, incluso el poder de cambiarlas. Y si el mismo candidato reelecto grita cada enfurecido que “aquí no hay posibilidad de reconciliación”, tratándonos de traidores a la patria sencillamente por pensar distinto, el camino se topa con grandes obstáculos. Cada insulto, venga de donde venga, nos hunde como sociedad.
 Luego de 14 años ya sabemos cómo se comporta el líder, si queremos que esto cambie tenemos que ir a la base, conocer lo que no sabemos, comprender lo que nos parece insólito. La Voluntad Ciudadana jugará un rol trascendental en lo que viene, las decisiones y acciones que tomemos como individuos son las que harán posible un futuro mejor que el pasado-presente que vivimos.
Se hace preciso rescatar, como el más valioso de los tesoros, la magistral movilización de los venezolanos que votamos; en Venezuela y el mundo; incluso la alegría y civismo con los que lo hicimos. Superando toda clase de obstáculos, incluso los que colocó el mismo sistema que hoy preserva el poder. Muchos pensarán que no ha valido la pena tanto esfuerzo. Tal vez ni hoy ni mañana ni pasado, pero el tiempo les permitirá valorar realmente su logro.
En lo particular, el Capital Social generado a partir de estas elecciones es uno de los mayores logros de los que hoy compartimos una visión de país en la que realmente todos tengamos cabida, no sólo en los que apoyen la revolución. Que esa movilización no haya sido suficiente hoy no significa que no sea una de nuestras mayores fortalezas a partir de ahora.
Como sociólogo mi creencia en los procesos de largo plazo es firme. Muchos me han dicho incluso “¿14 años te parecen poco?” y no pretendo tener respuesta para todo. La verdad es que a pesar de los 14 años aún observo que a los venezolanos, como ciudadanos y como sociedad, nos falta mucho por aprender. Sí, se perdieron las elecciones, pero de ahí a que perdamos el país son cosas distintas. Reitero, en ningún momento quiero decir que sea fácil, sólo afirmo que es posible y que no podemos dejar perder todo lo que hemos ganado.
Por último, cierro con el mensaje en positivo: Convivencia.
Henrique Capriles fue vocero de un mensaje con el que comulgo profundamente. Venezuela necesita un Gobierno que se preocupe por todos, sin excepción, sin discriminación. Exijo respeto, así como procuro modelarlo con la plena consciencia de que no soy perfecto. Respeto para quienes votaron por la reelección, respeto para quienes votamos en contra del proceso que adelanta el Presidente; respeto incluso para quienes decidieron no votar. Respeto no significa estar de acuerdo con, significa el reconocimiento del otro como igual, ni más ni menos, sin insultos y mucho menos amenazas. Oportunidades para todos, sin tener que vestir un color, sin tener que manifestar apoyo incondicional a ningún proyecto político.
El país habló con votos! Una participación histórica muestra a un claro ganador, y también una clara tendencia que no está de acuerdo con el guión del ganador. Democracia es mucho más que votos, Democracia no se trata sólo de coronar al ganador; busca un sano equilibrio, donde las minorías puedan ser valoradas, respetadas y tomadas en cuenta realmente.
Cada quien que celebre o viva su duelo de la mejor manera. Venezuela no va a esperar que estemos de mejor ánimo para continuar su camino, ahora más que nunca quedan cosas por hacer.
Vivo mi duelo e intentaré pasar la página lo más pronto posible. Mi familia y Venezuela me necesitan.

Me despido con una frase que nos ilustra hacia donde vamos si persistimos en la violencia: 
"Ojo por ojo y el mundo acabará ciego" Mahatma Gandhi 


Imagen: Gettyimages

jueves, 4 de octubre de 2012

La "otra" Venezuela

A tan pocas horas de las elecciones presidenciales en nuestro país nadie duda de la relevancia de este momento. Creo que la gran mayoría de Venezuela coincide es que lo que se decida el 7de Octubre marcará el rumbo que tomaremos como Sociedad.

Sin embargo, hay un punto que la polarización política opaca y que debemos mantener en primer plano sin importar qué candidato sea elegido por la mayoría de los votos; ese punto es que TODOS seamos capaces de reconocer a quienes no piensan igual que nosotros, a quienes no celebren el 8-O.


El futuro de Venezuela depende de la voluntad política que tenga el candidato electo, y también de la voluntad cívica que tengamos todos los venezolanos a partir de los resultados. Seamos claros, hay violentos y radicales tanto en el oficialismo como en la oposición. He visto el mismo odio en quienes insultan llamando a otros "escuálidos" o "marginales" según sea el bando.


Los resultados de esas distinciones, de este enfrentamiento profundizado en los últimos años los vivimos a diario, la solución no es estar en el bando ganador para tener el poder y oprimir a la "otra" Venezuela. Les tengo una noticia, no hay "otra" Venezuela, sólo hay una, pertenecemos todos a la misma.


Lo que está en juego no es quién obtenga mayor número de votos, lo que está en juego es la Gobernabilidad de nuestro país, la Convivencia! La solución pasa por comprender este mensaje, aceptar y enorgullecernos de que somos venezolanos, que somos hermanos, somos compatriotas con el derecho de pensar distintos y con el deber de que esa diversidad nos fortalezca y no nos destruya.


Aunque el próximo Presidente electo tiene un rol clave en esto... Estas dispuesto a tenderle la mano a esa "otra" Venezuela? 



Créditos imagen: Gettyimages