domingo, 18 de enero de 2015

Ítaca (Poema y algo más)

 Aunque recuerdo en algún momento haber escuchado de este poema, fue iniciando mi formación como Facilitador-Coach que nos vimos frente a frente y tuvo un significado relevante para mi. Justo en mi comunidad de aprendizaje decidimos llamarnos "Los Itaqueños", con la intención de que este camino de aprendizaje nos lleve a realmente disfrutar de las maravillas de emprender el viaje hacia Ítaca.

Declararme aprendiz, a pesar de que pueda parecer trivial, es una experiencia mágica; diría que hasta sanadora. Desprenderse de saber o de tener que saber, me brinda la oportunidad de disfrutarlo todo de nuevo. De detenerme en los detalles, de desaprender para aprender cosas nuevas, de maravillarme con cosas que antes formaban parte del paisaje. Es casi como vivir de nuevo con otra perspectiva, desde otro observador, paradójicamente más maduro.

Agradecido con la vida, con mi gente, mi familia, mis amigos, mi trabajo y hasta con mis dificultades; por permitirme estar aquí y ahora disfrutando de este viaje que emprendí hacia Ítaca. Gracias a quienes ya han compartido parte de la ruta conmigo, a quienes me han enviado sus mensajes, a quienes están pendientes de mi viaje y me lo aligeran con su buena energía. Gracias!

Los dejo con el poema de Ítaca, para que sepan de dónde viene mi #DestinoÍtaca que tanto posteo por las redes.

Gerardo.



Cuando emprendas el viaje hacia Ítaca,
ruega que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
A los Lestrigones, a los Cíclopes,
o al fiero Poseidón nunca temas.
No encontrarás tales seres en el camino
si se mantiene elevado tu pensamiento y es exquisita
la emoción que te toca el espíritu y el cuerpo.
Ni a los Lestrigones ni a los Cíclopes,
ni al feroz Poseidón has de encontrar,
si no los llevas dentro de tu corazón,
si no los pone ante ti tu corazón.
Ruega que sea largo el camino.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que -¡con qué placer, con qué alegría!-
entres en puertos nunca antes vistos.
Detente en los mercados fenicios
para comprar finas mercancías,
madreperla y coral, ámbar y ébano,
y voluptuosos perfumes de todo tipo,
tantos perfumes voluptuosos como puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
para que aprendas y aprendas de los sabios.
Siempre en la mente has de tener a Ítaca.
Llegar allá es tu destino.
Pero no apresures el viaje.
Es mejor que dure muchos años
y que ya viejo llegues a la isla,
rico de todo lo que hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te de riquezas.
Ítaca te ha dado el bello viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
No tiene otras cosas que darte ya.
Y si la encuentras pobre, Ítaca nunca te ha engañado.
Sabio como te has vuelto, con tantas experiencias,
habrás comprendido lo que significan las Ítacas.

Autor: Konstantino Kavafis-Cien poemas (Traducción: Francisco Rivera)
Tomado de las Guías de Aprendizaje del Programa de Formación de Facilitadores-Coach de Indelser.