El pasado 30 de Octubre cerró el período de evaluación del desempeño en el trabajo. Como líder de un equipo tuve la responsabilidad de evaluar a 3 personas, de registrar momentos relevantes individual y grupalmente, de conocerles. Por supuesto también fui evaluado, todos tenemos un jefe... Estos días inevitablemente me llevan a pensar en todas las cosas que han influido para llegar a donde estoy.
Existen todo tipo de líderes... algunos nos gustan, otros no tanto, unos preparados, algunos con brechas importantes; incluso nos encontramos con aquellos que no se han enterado que lo son. Ser un buen líder carece de recetas perfactas para todos, por el contrario requiere de una gran capacidad de adaptabilidad y visión estratégica, sin embargo no podemos obviar que hay cosas básicas que todos los que nos desempeñamos en roles de liderazgo debemos aprender. En todo caso no pretendo dar lecciones de liderzgo, para eso hay varios expertos y si me permiten una recomendación, Blanchard y Covey son dos excelentes acompañantes en este rol.
Mi punto es que liderar un equipo, ante todo, es una gran responsabilidad!
Este es un momento ideal en el que Jorge Bucay diría Te cuento un cuento...
...Hace 15 años tuve mi primera experiencia importante en cuanto a liderazgo, justo la mitad de los 30 años de vida que tengo actualmente (bueno si, si, casi 31). A los 13 entré a los scouts... mi mamá estaba bastante preocupada por mí, mi comportamiento, el desastre de notas que llevaba en el colegio, y a través de mi prima que formaba parte del Grupo Cronopios 69, asistí a mi primera actividad un sábado por la tarde. Desde el primer día quedé enganchado, como si toda la vida hubiera pertenecido al Escultismo. Para hacer el cuento largo corto, como pez en el agua fui creciendo y en un año ya era sub-guía de la patrulla Equus, incluso me atreví a formar mi nueva patrulla meses más tarde, la Patrulla Halcones... resulta que era un buen guía, que tenía un excelente desempeño, había fundado mi propia patrulla, qué más podía pedir???
Pues nada, por fin realizaron el curso Punta de Flecha en Plata, en esa época no se hacían con mucha frecuencia. Para los NO scouts, un curso de liderazgo para jóvenes. Resulta que las cosas iban muy bien, salí como uno de los mejores cursantes, aún recuerdo a los dirigentes del curso felicitándome y con la invitación a largo plazo de que les gustaría que yo estuviera como dirigente dictando el curso. La verdad un reconocimiento realmente importante y motivador, por lo menos para mí en ese momento.
Felizmente no todas las historias personales son felices por siempre, como escuché alguna vez "el que las cosas no salgan como queremos puede ser un estupendo golpe de suerte". En el grupo teníamos tiempo viviendo una crisis y cada vez éramos menos... mi Jefe de Tropa me tenía una buena y una mala noticia.
- La mala primero por favor... mi patrulla se tenía que disolver porque éramos muy pocos...
- Coño ahora dime la buena.
- Ya lo conversé con la Patrulla Lobos y vas a ser el nuevo Guía de la Patrulla.
Sólo para que entiendan la magnitud de esa noticia para mi, la Patrulla Lobos era (no se si lo sigue siendo por cierto) la patrulla más antigua del Grupo, una de las fundadoras, por donde habían pasado los mejores del grupo, todos los que habían obtenido la máxima insignia Scout de Bolívar en el grupo habían sido guías de esa patrulla en su momento.
Para resumirlo en emociones; primero sentí una gran alegría por el reconocimiento que estaba recibiendo de mis líderes y de mis pares!!! Después sentí miedo, esas maripositas en el estómago, por la gran responsabilidad que suponía tal nombramiento, tendría a mi cargo la patrulla con más tradición y los más altos niveles de excelencia del grupo, sin mencionar el compromiso y el desafío de tener de sub-guía de patrulla (el segundo al mando) al que era guía en ese momento.
Luego de este primer y retador encuentro con el liderazgo he tenido la oportunidad de ejercer el rol en muchos otros ámbitos: deportivo, académico y profesional. Coordinando Campamentos y Planes Vacacionales, Capitaneando equipos deportivos en el Colegio, la Universidad y Ligas de Hockey sobre grama, Presidencia adjunta del Centro de Estudiantes en la Universidad, liderando proyectos en organizaciones privadas, públicas y en ONG's.
Como pueden imaginar, tras todo esto hay una gran cantidad de aciertos, errores y sobre todo de aprendizajes. Otra frase que recuerdo en este momento es que "la experiencia no es todo lo que has vivido, sino lo que has hecho con lo que has vivido".
De toda esta experiencia a lo largo de 15 años aproximadamente el principal aprendizaje para mi, sin duda, es que la esencia del Liderazgo radica en la responsabilidad ante los colaboradores, ante la Organización, incluso ante uno mismo.
Con el mandato de dar resultados tenemos la responsabilidad de servir de guía, de dar feedback y generar espacios para el desarrollo de nuestros colaboradores, de tomar decisiones, de modelar valores y competencias y de motivar; por supuesto al mismo tiempo que realizamos nuestro trabajo.
En el momento que perdemos esto de vista, que nos quedamos en el reconocimiento y olvidamos la responsabilidad; en ese momento perdemos la gran oportunidad de crecer y de trascender y con ello arrastramos a nuestros colaboradores, nuestra gestión y a la organización.
Existen todo tipo de líderes... algunos nos gustan, otros no tanto, unos preparados, algunos con brechas importantes; incluso nos encontramos con aquellos que no se han enterado que lo son. Ser un buen líder carece de recetas perfactas para todos, por el contrario requiere de una gran capacidad de adaptabilidad y visión estratégica, sin embargo no podemos obviar que hay cosas básicas que todos los que nos desempeñamos en roles de liderazgo debemos aprender. En todo caso no pretendo dar lecciones de liderzgo, para eso hay varios expertos y si me permiten una recomendación, Blanchard y Covey son dos excelentes acompañantes en este rol.
Mi punto es que liderar un equipo, ante todo, es una gran responsabilidad!
Este es un momento ideal en el que Jorge Bucay diría Te cuento un cuento...
...Hace 15 años tuve mi primera experiencia importante en cuanto a liderazgo, justo la mitad de los 30 años de vida que tengo actualmente (bueno si, si, casi 31). A los 13 entré a los scouts... mi mamá estaba bastante preocupada por mí, mi comportamiento, el desastre de notas que llevaba en el colegio, y a través de mi prima que formaba parte del Grupo Cronopios 69, asistí a mi primera actividad un sábado por la tarde. Desde el primer día quedé enganchado, como si toda la vida hubiera pertenecido al Escultismo. Para hacer el cuento largo corto, como pez en el agua fui creciendo y en un año ya era sub-guía de la patrulla Equus, incluso me atreví a formar mi nueva patrulla meses más tarde, la Patrulla Halcones... resulta que era un buen guía, que tenía un excelente desempeño, había fundado mi propia patrulla, qué más podía pedir???
Pues nada, por fin realizaron el curso Punta de Flecha en Plata, en esa época no se hacían con mucha frecuencia. Para los NO scouts, un curso de liderazgo para jóvenes. Resulta que las cosas iban muy bien, salí como uno de los mejores cursantes, aún recuerdo a los dirigentes del curso felicitándome y con la invitación a largo plazo de que les gustaría que yo estuviera como dirigente dictando el curso. La verdad un reconocimiento realmente importante y motivador, por lo menos para mí en ese momento.
Felizmente no todas las historias personales son felices por siempre, como escuché alguna vez "el que las cosas no salgan como queremos puede ser un estupendo golpe de suerte". En el grupo teníamos tiempo viviendo una crisis y cada vez éramos menos... mi Jefe de Tropa me tenía una buena y una mala noticia.
- La mala primero por favor... mi patrulla se tenía que disolver porque éramos muy pocos...
- Coño ahora dime la buena.
- Ya lo conversé con la Patrulla Lobos y vas a ser el nuevo Guía de la Patrulla.
Sólo para que entiendan la magnitud de esa noticia para mi, la Patrulla Lobos era (no se si lo sigue siendo por cierto) la patrulla más antigua del Grupo, una de las fundadoras, por donde habían pasado los mejores del grupo, todos los que habían obtenido la máxima insignia Scout de Bolívar en el grupo habían sido guías de esa patrulla en su momento.
Para resumirlo en emociones; primero sentí una gran alegría por el reconocimiento que estaba recibiendo de mis líderes y de mis pares!!! Después sentí miedo, esas maripositas en el estómago, por la gran responsabilidad que suponía tal nombramiento, tendría a mi cargo la patrulla con más tradición y los más altos niveles de excelencia del grupo, sin mencionar el compromiso y el desafío de tener de sub-guía de patrulla (el segundo al mando) al que era guía en ese momento.
Luego de este primer y retador encuentro con el liderazgo he tenido la oportunidad de ejercer el rol en muchos otros ámbitos: deportivo, académico y profesional. Coordinando Campamentos y Planes Vacacionales, Capitaneando equipos deportivos en el Colegio, la Universidad y Ligas de Hockey sobre grama, Presidencia adjunta del Centro de Estudiantes en la Universidad, liderando proyectos en organizaciones privadas, públicas y en ONG's.
Como pueden imaginar, tras todo esto hay una gran cantidad de aciertos, errores y sobre todo de aprendizajes. Otra frase que recuerdo en este momento es que "la experiencia no es todo lo que has vivido, sino lo que has hecho con lo que has vivido".
De toda esta experiencia a lo largo de 15 años aproximadamente el principal aprendizaje para mi, sin duda, es que la esencia del Liderazgo radica en la responsabilidad ante los colaboradores, ante la Organización, incluso ante uno mismo.
Con el mandato de dar resultados tenemos la responsabilidad de servir de guía, de dar feedback y generar espacios para el desarrollo de nuestros colaboradores, de tomar decisiones, de modelar valores y competencias y de motivar; por supuesto al mismo tiempo que realizamos nuestro trabajo.
En el momento que perdemos esto de vista, que nos quedamos en el reconocimiento y olvidamos la responsabilidad; en ese momento perdemos la gran oportunidad de crecer y de trascender y con ello arrastramos a nuestros colaboradores, nuestra gestión y a la organización.
