viernes, 16 de junio de 2017

Foro: Comunicaciones en Tiempos sin Internet




La mañana de este viernes 16 de junio, en la impecable y creativa sede de Impact Hub Ccs, se realizó el Foro: Comunicaciones en Tiempos sin Internet, organizado por la gente de El Estímulo. Luis Carlos Díaz, Arnaldo Espinoza y Víctor Amaya fueron los ponentes, moderados por Dereck Blanco.


Primero un contexto general que resumo muy rápidamente, tenemos de las peores conexiones de Internet en el mundo, según los panelistas la peor conexión móvil y la segunda peor conexión terrestre. Principalmente porque Gob, como parte de su propia política de Estado, comenzó a aniquilarla desde el 2009. Las operadoras locales, al recibir cada vez menos divisas, están de manos atadas y son literalmente incapaces de ofrecer un mejor servicio, incluso cada día se dificulta más el mantener el servicio actual. Entretanto, seguimos produciendo y consumiendo gran cantidad de contenido, lo que colapsa la capacidad de las redes instaladas y lo que genera una conexión inestable, insuficiente e insufrible.


Datos de interés, 3 de 4 venezolanos de informa a través de las redes sociales. 76% de esos lo hace a través de Twitter y 73% a través de WhatsApp. Básicamente porque los medios tradicionales dejaron de ser una opción para informarse, por censura y autocensura principalmente.


Esto implica características muy particulares, del lado de luz tenemos mayor inmediatez, horizontalidad al momento de compartir y consumir info y portabilidad de la fuente de info. Aunque también hay que tener cuidado con sus sombras, principalmente cuando la veracidad de la info es complicada de asegurar. En general hay muchísima desconfianza, en las instituciones, en las personas y por supuesto en la info que se comparte; eso atenta contra el tejido social virtual y presencial, que no es poca cosa. Mucha gente llena vacíos de información con sus propias expectativas y suele llevar la carga de su propia emocionalidad, lo cual resulta en info parcialmente real y con muchas aristas falsas. Sí, también suma a la desconfianza.


Y no hay que olvidar que el principal beneficiado de la desinformación y la desmovilización (uno de las consecuencias de la desconfianza) es el poder. En el caso venezolano, el régimen.

Algunas recomendaciones para sobrevivir a esto, ya que no mejorará en el futuro cercano:

  • Contrastar toda la info que nos llegue. No quedarnos con una sola fuente
  • Tener varias fuentes confiables que nos permitan contrastar y validar la info que recibimos (Medios, Periodistas, ONG)
  • Ser lo más precisos y específicos posible con la info que compartimos: relatar hechos, no opiniones, acompañar la info con datos como lugar, hora y día en que sucedió lo relatado.
  • Privilegiar contenido (producción/consumo) que requiera del menos consumo de datos posible. Es mejor enterarse bien por un texto que no poder abrir una trasmisión en vivo en una hora pico de consumo.
  • Para los chats en WhatsApp, convertirse en el validador del grupo, manteniendo la calma, comentando siempre con argumentos y fuentes fidedignas. Es mejor pinchar algunos globos que darle continuidad a falsas informaciones y expectativas. Modelando este comportamiento es una forma de incentivarlo en otros. 
  • No toda la info es para compartirla en chats. Hay info que puede ser más eficiente compartirla por correo, por SMS o incluso con una llamada por teléfono fijo. 
  • Todas las fuentes fidedignas también tienen vida propia, no siempre van a estar 100% conectadas al momento que necesitemos la info. Es sano desconectarse de vez en cuando y conectarse con otras cosas que no sea la situación actual del país. Esto también aplica para quienes consumimos la info. 
  • Hacer listas en Twitter diversificando las temáticas y las fuentes de información nos puede ayudar muchísimo a discriminar la avalancha de un timeline que suele estar colapsado y que va mucho más rápido de lo que podemos digerir.
 

Y para cerrar, recordemos que no estamos solos, que somos una red interconectada, virtual y presencial, aprendamos a darle vida a esa red, a fortalecer ese tejido preservando y cultivando espacios de confianza y aprendizaje mutuo. Para el poder es buenísimo que no creas en nada, que nos desactivemos. No caigamos en la trampa, no les sigamos el juego. 

Aún con todas las restricciones se pueden hacer muchas cosas de valor para informarnos, para informar a otros y para ayudar a divulgar información en nuestros círculos de influencia. No hay fórmula mágica para masificar la info, debemos apostarle a pequeñas redes interconectadas.

Somos un cerebro colectivo, siempre lo hemos sido pero, tal vez, nunca antes había sido tan necesario comprender cómo sacarle el máximo provecho. Pertenecemos a una red global que depende de nosotros darle vida. La infraestructura y las restricciones están ahí, lo que siempre marcará la diferencia será el cómo las aprovechemos para lograr los objetivos que nos hayamos planteado.

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