Dado todo lo que estamos viviendo en Venezuela, creo que es momento de integrarnos todos los sectores del país de manera real, tangible y con visión a largo plazo.
Creo que la vocería debe empezar a compartirse, trabajar en propuestas en que abarquen los sectores más relevante del país. Darle visibilidad a esas propuestas, establecer prioridades, mostrar al país y a la comunidad internacional que sí hay alternativas. Que sí hay un país y una gran mayoría de venezolanos con necesidad y capacidad para resurgir, de reconstruirse.
Tenemos el gran reto de dibujar el camino que permita materializar la visión de la esperanza. No se trata únicamente de salir del loco de turno, no se trata de tumbar a nadie. Se trata de rescatarnos a los venezolanos, a un país en el que hoy en día, trágicamente, lo que más prospera es la corrupción, la injusticia y la impunidad; mientras la gente decente muere. Muere literalmente de hambre y de falta de atención. En este momento Venezuela es un lamentable ejemplo de que el manejo de grandes recursos con los valores equivocados puede traer la peor miseria que nadie en este tierra bendita imaginó padecer jamás.
Esto necesita de todos los venezolanos. No como cliché, sino como ciudadanos de un país sumergido en una grave emergencia. Se requiere que los venezolanos nos hagamos cargo, con valores cívicos (no militares por favor) nos hagamos cargo de nosotros mismos y de nuestro entorno. No son tiempos para quedarnos sólo resguardando nuestro espacio íntimo mientras volteamos a las necesidades ajenas. Son tiempos en los que espontáneamente han florecido numerosas iniciativas para atender necesidades primarias (como salud y alimentación por ejemplo), y es ese impulso el que debemos promover, fortalecer y llevar a propuestas que permita influir cada vez más de manera estructural en nuestra sociedad. Toca preguntarnos cuál de nuestros talentos podemos poner al servicio de otros y hacerlo.
El cambio será tangible cuando la mayoría de nosotros de un paso adelante, cuando salgamos de nuestra zona de confort para trabajar por una mejor calidad de vida.
Así como al principio hablé de diversidad y ampliar la vocería, también quisiera cerrar destacando la importancia del rol político en este momento histórico. Así como hago un llamado a todos y cada uno de los venezolanos que estamos padeciendo esta situación, creo también que es momento de permitirnos ser liderados. Esto no implica dejar la llevar ciegamente, pero sí creer en los que han asumido la responsabilidad de liderar la alternativa en nuestro país y actuar en consecuencia.
Siempre habrá cosas que no nos gustan, habrán también los que pretenden resultados en el plazo inmediato, los que tienen ideas distintas; eso precisamente es Democracia. Pero mientras más tiempo tardemos en ponernos de acuerdo para seguir a los líderes, más oxígeno ganará el regimen que nos gobierna y que solo le importa escuchar su propia voz repetida mil veces. El cambio de hoy para por votos, pero también pasa por la acción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario